Arquitecturas Cloud en salud: Cómo los modelos híbridos garantizan disponibilidad y privacidad

Escrito por
Isabel Arrieta
Fecha de publicación
May 23, 2025

La tecnología se ha convertido en un pilar fundamental para el funcionamiento de la industria de la salud. Clínicas, hospitales, centros médicos o dentales y laboratorios dependen cada vez más de sistemas digitales para la gestión de historiales clínicos, coordinación de agendas, procesamiento de exámenes, realización de consultas online, además de garantizar la continuidad asistencial.

La creciente digitalización, que potencia la eficiencia y calidad del servicio, también plantea nuevos desafíos para el sector: asegurar que la infraestructura tecnológica esté siempre disponible y que la información clínica esté protegida frente a cualquier eventualidad. 

Considerando lo anterior, la falta de disponibilidad de los sistemas puede tener consecuencias severas, que van desde la interrupción de la atención de los pacientes, pérdida de trazabilidad en tratamientos, riesgos legales por una inadecuada protección de datos sensibles, además del impacto directo en el funcionamiento del centro. 

Para evitar estos inconvenientes, es vital contar con arquitecturas resilientes, seguras y adaptables, capaces de responder con flexibilidad ante fallos, peaks de demanda o ciberamenazas.

Al respecto, los modelos de nube híbrida se han posicionado como una solución estratégica para el sector salud. Su capacidad para combinar entornos locales y servicios cloud permite equilibrar la disponibilidad continua con el cumplimiento de la normativa de seguridad de la información. 

¿Cuáles son los desafíos más críticos en TI en la industria de la salud?

Los equipos de TI que trabajan en salud lo hacen bajo una presión constante: garantizar que la infraestructura sea lo suficientemente robusta y segura para entregar atención oportuna y continua a los pacientes, sin márgenes de error. A esto se suma un entorno normativo cada vez más estricto en materia de protección de datos personales, en el que regulaciones como la Ley 19.628 imponen altos estándares para el resguardo de información clínica.

Por otro lado, a niveles operativos, los sistemas clínicos como HIS, RIS y PACS deben tener una disponibilidad 24/7. Sin embargo, el problema radica en que muchas instituciones aún trabajan con plataformas heredadas, difíciles de integrar con soluciones más modernas, lo que genera fricciones, mayores costos de mantenimiento y riesgo de fallos en procesos clave. 

Asimismo, los presupuestos limitados (especialmente en el sistema público) dificultan la renovación tecnológica, mientras que el aumento de ciberataques eleva la urgencia de actuar. Según revela el informe “El estado del Ransomware en el sector salud 2024″ de Sophos, los ataques de ransomware contra organizaciones de salud han alcanzado su nivel más alto desde 2021, señalando además que el costo promedio de recuperación fue de US$ 2,57 millones en 2024, el doble del costo en 2021.

La nube híbrida como solución estratégica

La TI en salud requiere no solo cumplir con la normativa, sino también adaptarse a entornos híbridos que brinden seguridad, interoperabilidad y continuidad operativa sin comprometer recursos. Tomando en cuenta esto, la nube híbrida se presenta como un modelo arquitectónico que permite a las instituciones combinar lo mejor de dos mundos: la seguridad y control de la infraestructura privada (ya sea local u hospedada en modalidad colocation), con la escalabilidad y eficiencia de los servicios en nube pública como AWS, Microsoft Azure o Google Cloud Platform. 

Una arquitectura híbrida permite, por ejemplo, mantener las aplicaciones clínicas críticas, como los sistemas HIS, RIS y PACS, en entornos privados altamente controlados, garantizando disponibilidad y cumplimiento normativo. Al mismo tiempo, puede derivar cargas menos sensibles o no críticas como respaldos, archivos históricos o portales de atención remota hacia la nube pública, optimizando costos y liberando recursos locales.

Además, la nube híbrida habilita escalabilidad bajo demanda, algo clave para servicios como la telemedicina, que puede experimentar aumentos repentinos en el uso. Esta elasticidad, junto con la posibilidad de aplicar planes robustos de recuperación ante desastres (DRP), asegura continuidad operativa incluso en escenarios adversos.

La implementación de este modelo posee múltiples ventajas: cumplimiento con estándares regulatorios locales e internacionales, eficiencia en la asignación de recursos, flexibilidad para adaptarse a nuevas exigencias clínicas o normativas, y una mayor capacidad de respuesta ante incidentes o fallos de infraestructura.

Buenas prácticas para implementar un modelo híbrido en salud

La adopción de un modelo híbrido en instituciones de salud requiere una estrategia cuidadosamente planificada, que combine visión tecnológica con cumplimiento normativo y conocimiento del entorno clínico. El primer paso es realizar un diagnóstico profundo de la infraestructura TI existente, evaluando capacidades, obsolescencia y puntos críticos de falla. Esta evaluación permitirá definir qué cargas deben permanecer en entornos locales y cuáles pueden migrar de forma segura a la nube pública.

La priorización de cargas críticas versus no críticas es clave para optimizar recursos, garantizar disponibilidad y evitar interrupciones. En paralelo, se debe realizar una revisión exhaustiva de las normativas locales (como la Ley 19.628 en Chile) e internacionales (HIPAA, GDPR) para asegurar que el nuevo entorno cumpla con los requisitos de confidencialidad, integridad y trazabilidad de los datos clínicos.

La arquitectura debe contemplar segmentación de accesos, autenticación robusta y protección multicapa frente a ciberamenazas. La integración fluida con los sistemas clínicos existentes también es crucial para no afectar la operación diaria ni duplicar esfuerzos de gestión.

Asimismo, la capacitación del personal clínico y técnico en el uso, monitoreo y buenas prácticas de seguridad es una condición para la sostenibilidad del modelo. Finalmente, contar con un partner tecnológico especializado en el sector salud, como Tecnoera, facilita el diseño, despliegue y operación de entornos híbridos que se adapten a la realidad específica de cada institución.

Tecnoera: partner estratégico en la migración a modelos híbridos

Con más de 25 años en el mercado, Tecnoera es un aliado estratégico para instituciones de salud que buscan fortalecer su infraestructura tecnológica con soluciones seguras, escalables y alineadas con las exigencias del sector, combinando  experticia en cloud, conectividad y ciberseguridad para acompañar procesos de transformación digital sostenibles y normativamente cumplidos.

Su oferta incluye el diseño e implementación de arquitecturas de nube híbrida que permiten combinar infraestructura local con servicios cloud, garantizando alta disponibilidad, continuidad operativa y protección de datos sensibles. A esto se suma el servicio de colocation en data centers certificados, ideal para alojar sistemas clínicos críticos como HIS, RIS o PACS bajo estrictos estándares de seguridad.

Tecnoera también ofrece respaldo remoto encriptado y automatizado, soluciones de conectividad segura y redundante para asegurar la operación 24/7, y servicios de ciberseguridad gestionada que incluyen firewalls avanzados, monitoreo de amenazas, políticas de acceso bajo el modelo Zero Trust y respuesta ante incidentes.

Más allá de la tecnología, Tecnoera entrega un acompañamiento integral que abarca el diagnóstico inicial, el diseño de la solución, su implementación, soporte técnico especializado y la capacidad de escalar según las necesidades futuras de cada institución. Su enfoque flexible permite adaptarse tanto a infraestructuras complejas como a realidades presupuestarias acotadas, facilitando una modernización progresiva y segura.

¿Quieres explorar más?

Estos temas son nuestros preferidos y nos encantaría conversarlos contigo.